viernes, 25 de mayo de 2018

Carta al Auditor Superior de la Federación 2018-2015


Ciudad de México, a 06 de abril de 2018

 

LIC. DAVID ROGELIO COLMENARES PÁRAMO

Distinguido Auditor Superior de la Federación,

 

Como ciudadano, servidor público de carrera y un auditor profesional de los 41 aspirantes al cargo de Auditor Superior de la Federación, al que usted ha sido merecedor recientemente, me mueve mi sentido de responsabilización pública para abrir y proponer a usted y a nuestra sociedad Estado lo siguiente:

 

  • Primero, expresarle una sincera felicitación y desearle mucho éxito y satisfacciones en esas importantes funciones. Estoy cierto que la Auditoría Superior de la Federación (ASF), visto su reforzamiento constitucional a partir del Decreto Anticorrupción (27-05-2015), reconocida su experiencia y propuestas desde su entrevista en el proceso de designación (04-12-2017), y las oportunidades que brinda el 2018 bajo nuevos liderazgos y políticas públicas, es una institución que puede y debe servir más, no solo para superar el flagelo y estigma de la corrupción que tanto nos cuesta y lastima (entre 2 y 9% del PIB), sino para construir el buen gobierno, la administración pública y la fiscalización de avanzada que México reclama y se merece ya. Ello es, una legítima aspiración, elemental, tras casi dos siglos de nuestro primer constituyente y país independiente.
     
  • Segundo, poner a su disposición el resultado de una profunda investigación doctoral intitulada “Auditoría al desempeño gubernamental en México, a la luz del Sistema Nacional Anticorrupción”, cuya tesis mereció el Segundo Lugar del “Premio INAP XLI” de 2017, y la publicación respectiva que se divulgará próximamente por el Instituto Nacional de Administración Pública, pero que comenzó desde el 2009, precisamente, como una legítima aspiración ciudadana y profesional.

 

Se trata de un estudio comparado de las mejores prácticas sobre la constitución, organización y gestión de la fiscalización en el mundo, poniendo especial atención en la auditoría de desempeño. A partir de un espacio muestral focalizado en las instancias que integran el nuevo Sistema Nacional Anticorrupción” (SNA), se busca demostrar la importancia de adecuar nuestras organizaciones públicas a la realidad social de nuestro tiempo, comenzando por la propia casa: las instancias que integran el SNA, las cuales, contra su naturaleza funcional para actuar con el ejemplo, evidencian las mismas oportunidades de optimización de recursos que son comunes y que tienen un enorme impacto en el costo de nuestra administración pública nacional, casi el doble de la media del indicador entre los países de la OECD.

En un país donde la mitad de la población está muy resentida por la pobreza, la inseguridad, la injusticia y la impunidad, la respuesta sobre qué hacer contra la corrupción, más que en estructuras administrativas repetitivas, organizaciones verticales con excesivos mandos medios y superiores respecto a las fuerzas de operación disponibles, o multiplicar más las instituciones para garantizar el derecho a la información, la rendición y la fiscalización de cuentas, radica en comenzar por combatir la omisión, la inacción e insuficiencia de una administración que pierde más al amparo de la legalidad, es decir, a partir de transformar ciertas normas y formas de gestión pública y de control gubernamental; principalmente, en la propia ASF, las entidades de fiscalización externa y los órganos internos de control, donde existen enormes oportunidades dado su diseño constitucional, organización y procedimientos de operación.

 

En suma, aspira a optimizar además de fiscalizar la administración pública. Transitar de la auditoría con enfoque al cumplimento y de legalidad, que se ajustan más al señalamiento y la acusación reiterada de la irregularidad, a las auditorías de gestión integral y la investigación minuciosa de amplio alcance. Privilegiar la calidad, la selectividad, el seguimiento y el acompañamiento fiscalizador sobre la cantidad de auditorías y el control tradicional de las cuentas. Aprovechar las tecnologías de la información y la ventaja competitiva, única de la auditoría, de acceder al campo mismo de operación de las organizaciones para identificar las causas raíz de las faltas y, en su caso, que los hallazgos no solo se asesoren y corrijan en el seguimiento de la auditoría, sino que surtan efecto de rectificación o mejora en operaciones similares en todo el gobierno. Más aún, realizar una función consultiva y constructiva que facilite la implementación, hasta su completa ejecución, de las políticas públicas nacionales, iniciando por lograr, ya, una contabilidad gubernamental única para toda la República.

 

 

 

A T E N T A M E N T E

 

DR. JERÓNIMO JESÚS SALINAS GARCÍA